Desempeñan un papel crucial en la industria petrolera. Son utilizadas para diversas aplicaciones, como la extracción de petróleo crudo, la inyección de agua, la transferencia de productos químicos, bombeo de lodos de perforación, bombeo de Gas Natural Licuado (GNL), entre otras. Funcionan bajo desplazamientos positivos, es decir, reciben un volumen fijo de líquido en condiciones de succión, lo comprime (aumento de presión) y lo expulsa por la boquilla de descarga.
En estos equipos se logra el bombeo de fluido por el movimiento alternativo de un pistón, émbolo o diafragma que se desplaza hacia adelante y hacia atrás en un cilindro. Al moverse, crean presión en el fluido que se encuentra dentro del cilindro, lo que permite su transporte o manipulación.