Los incineradores u oxidadores térmicos se utilizan para reducir las emisiones contaminantes de una variedad de procesos industriales mediante el tratamiento de los gases contaminados antes de descargarlos a la atmósfera.
Para destruir los contaminantes en los gases de escape contaminados, el oxidador térmico utiliza el principio de «oxidación térmica». Algunas aplicaciones incluyen la adición de aguas agrias y líquidos contaminados junto con los gases contaminados provenientes de los procesos en la cámara de combustión para ser quemados a altas temperaturas, utilizándose este calor como energía para producir vapor instalando una caldera después del incinerador. Después de la caldera se puede instalar un enfriador de gases, un despojador y un precipitador electrostático antes de salir los gases tratados por la chimenea. Este paquete se llama Generador de Vapor por Recuperación de Calor o «Heat Recovery Steam Generator» (HRSG).
La oxidación térmica es un proceso de combustión en el que los contaminantes en de los gases de contaminados reaccionan con el oxígeno en un ambiente de temperatura controlada para crear una reacción de oxidación. Esta reacción química es la que reduce los contaminantes en el gas de escape a una emisión inocua (CO2, vapor de agua y calor) a la atmósfera.